miércoles, 16 de marzo de 2011

Forno dos Clérigos

El hermano mutante de Pao Fofo.
Maquinando críticas...
Dirección por determinar.

 Y lo de mutante no es gratuito. El local, muy próximo a Clérigos, es amplio, alargado, con una disposición muy similar a la de la famosa cafetería de Trindade. Nada más entrar, tienes a la izquierda la barra y el mostrador, con la mayor variedad de dulces que he visto hasta el momento en Porto. Tienen rosquillas, pasteles, magdalenas, lunchs y… cabezas de cerdo.

Y es que hay algo que no llegué a comprender en nuestra visita a este lugar. Sobre la barra, a la vista de todas las mesas, hay un enorme cerdo muerto semi quemado con la boca abierta, de modo que mientras te tomas el café o la merienda, estás viendo a ese animal que ni siquiera es apetecible.

Cerdos aparte, su decoración está bastante conseguida, si bien la lejanía de la puerta con respecto a las mesas del fondo puede causar cierta sensación de encerramiento. Las paredes, con fotografías a un lado y reflejo oscuro en otro, cumplen su función de separar el local de los dos inmuebles adyacentes.

El servicio no brilla por su amabilidad ni por su rapidez, si bien tampoco llegamos a preguntarnos dónde se había metido nuestro café. Lo que sí nos preguntamos fue por qué demonios me sirvieron una botella de agua cuando pedí claramente un vaso. Esto quiere decir que en Pao Quente transforman las peticiones de los clientes de modo que sean ellos los que salen favorecidos, así que mucho cuidado al pedir.

El suelo del local, que a primera vista no llamaba la atención, estaba tan lleno de tierra (quiero pensar que era tierra) que casi ibas arrastrándola con los pies; en este caso, entenderemos que era un día entre semana y cerca de la hora de cierre, lo que no impidió, junto con el cerdo, que la sensación general fuera algo asquerosa.
Si algún día estás con hambre pero no sabes de qué, tienes que ir a Pao Quente a decidir. Eso sí, recomendamos evitar mirar fijamente al cerdo (tanto a la cabeza que hay junto a los dulces como el de cuerpo entero que está sobre la barra) para poder ingerir sin que te den arcadas.


Ahora, lo que interesa,

-CAFÉ: Buondi. ¿Quién lo habría dicho? Calidad estándar, sin la cremosidad de otros locales.  

-BOLLERÍA: Hay tanta que te vas a pasar un rato intentando elegir el más apetecible. En detrimento, está todo demasiado junto, por no hablar de CERDO muerto. 

-SERVICIO AL CLIENTE: Trato correcto y casi diría que elegante. Casi.

-PRECIO DE UNA MEIA DE LEITE: 0,90. Sin comentarios. 

3 comentarios:

  1. lo he pensado, pero doy pie a los lectores a que vean con sus propios ojos esa mon
    struosidad.

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  2. Doy fe de lo del cerdo. La comida no esta mal, pero tampoco es una maravilla y no es barata. El servicio lo peor. Se equivocaron dos veces en traerme lo que pedí. La bollería es buena.

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